Santo Domingo, RD. El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, consideró que, contrario a la queja de muchos, la figura de Duarte es cada vez más valorada por el pueblo dominicano, ya que en los últimos tiempos las escuelas, colegios y las redes sociales están ofreciendo detalles sobre las distintas facetas de vida de esta extraordinaria figura, aunque es necesario hacer mayores esfuerzos de difusión.
El doctor Wilson Gómez Ramírez aseguró que no ha habido ningún momento en la historia de nuestro país donde se haya visto en peligro la soberanía nacional que no haya emergido con fuerza la rectitud, la moral y la vergüenza de la figura de Juan Pablo Duarte y Díez.
Dijo que estos momentos no serán la excepción, porque tenemos que responden al chantaje a gran escala que hay montado y que se revela cuando llaman “ultranacionalista” a todo dominicano que vuelve la mirada al contenido del artículo 6 de proyecto de Ley Fundamental o Proyecto de Constitución de Duarte, que establece que “siendo la Independencia Nacional la fuente y garantía de las libertades patrias, la Ley Suprema del Pueblo dominicano es y será siempre su existencia política como nación libre e independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera (…)”.
Gómez Ramírez agregó que ese importante proyecto de Constitución política del estado, el patricio recalcó en el artículo 18 que “la nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra Potencia, ni patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña”.
Indicó que la constitución de la República ha recogido con singular fidelidad estas claras y contundentes ideas del padre de la patria al consignar en el artículo 3 que “la soberanía de la nación dominicana, estado libre e independiente de todo poder extranjero, es inviolable, ninguno de los poderes públicos organizados por la Constitución puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta Constitución. El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana”.
Ningún pueblo en América ha tenido que librar tan duras luchas para preservar su soberanía como el dominicano; pero este aprendizaje impedirá que se pueda comprometer la soberanía dominicana, poco importa las formas sofisticadas a las que hoy se recurre, pues son muchos los dominicanos y dominicanas que están de pie, que se arrodillarán jamás a las pretensiones de hacernos renunciar a pertenecer al concierto de pueblos libres y soberanos.